domingo, 8 de julio de 2012

....sin alimento para el alma.




Hoy volví antes del paraiso, había quedado para ver un concierto de Gospel Factory....y aunque en un principio, me daba pereza volver tan pronto a Madrid, abandonando la paz que respiro allí, desaparecía al instante, con el simple pensamiento de escuchar su música....

La música, es algo sin lo que no podría vivir, es alimento para mi alma....y cuando éste alimento, es un canto a mi chico, se multiplican las sensaciones detro de mí....

No se ha borrado la sonrisa de mi cara en las casi dos horas que ha durado, y no solo por la gracia que el "director de orquesta" tenía, con su humor y forma de hacernos partícipes, sino por la emoción que causan sus maravillosas voces, sus letras, su energía....

He cantado, bailado....pero lo más fascinante de todo es sentir....alegría, paz y un tremendo AMOR....

Nuevamente, doy gracias a la vida, por no dejar de darme tanto....


La música puede dar nombre a lo innombrable y comunicar lo desconocido.


Leonard Bernstein