....son esas cosas las que me hacen sentir la vida...existen otras, pero posiblemente son esas locuras que te apasionan, breves, que sí, están muy bien, pero que me sacan de la paz y tranquilidad en la que me gusta encontrarme.
En una ocasión, me "acusaron" de ser feliz con las cosas sencillas de la vida, tal vez quien me lo dijo, no pretendía ofenderme, pero sonó así. En un principio me sentó mal, pero pensé, que tal vez, su imposibilidad de valorar esas pequeñas cosas, que realmente son las más grandes, le impulsaron a decirme eso.
Mis sueños, se reducen a gozar cerca de esas grandes sutilezas que la vida nos proporciona.
Soy feliz, compartiendo un desayuno mirando el horizonte, comiendo palomitas sentada en el sofá viendo una peli, una partida entre amigos jugando al parchis o al futbolin, una cena seguida de una buena sobremesa charlando con los amigos, sentarme en un banco observando a la gente pasar, dar de comer a los peces en el estanque, hacer tortitas con nata y sirope, de noche contemplar las estrellas, y de día mirar al cielo y ver como se mueven las nubes, como se filtran los rayos de sol a través de ellas....el sonido de tu voz, la sonrisa de tu boca, las caricias de tus manos y el olor de tu presencia....
Disfruto de cualquier cosa que despierte mis sentidos, que haga vibrar mi corazón y mi alma, todo aquello, que por ser asequible, pasa más desapercibido, pero que en mi vida, forma parte de esos pequeños detalles que le dan valor, además, de mi más grande deseo de compartirlo.
Hay situaciones en la vida en que la verdad y la sencillez forman la mejor pareja.
Jean de la Bruyere (1645-1696) Escritor francés.
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