domingo, 12 de abril de 2009

...sin sorpresas.


...posiblemente si fuera monja, me llamarían Sor-presa ,ja,ja,ja, tal vez sea lo que más me gusta hacer...sorprender a la gente, y hay tantas formas...una de ellas, es a través de los regalos...

Me encanta hacer regalos (seguro que ya lo habré dicho en alguna otra ocasión), disfruto cada segundo que paso pensando qué comprar, para expresar con ello, un sentimiento....en la cara que pondrá al recibirlo, al leer la nota...lo realmente sorprendente, es que no es exclusivamente ningún día señalado (aunque para mí, cualquier día lo es por múltiples razones), o mejor dicho, no es esperado...eso lo hace de por sí especial...

En casa tengo dos cajones llenos de detalles, cajas, tarjetas, libros, y otros pequeños regalos llenos de significado....ah¡¡ y mis famosas narices de payaso.

No penseis que soy todo generosidad, no, que vá, soy una egoista altruista de tres pares de narices (de payaso, claro,ja,ja,ja), pero es que me hace tan feliz....que posiblemente solo sea superable por la que proporciono a los receptores...

La vida me suele sorprender, poniendo en mi camino, a personas totalmente maravillosas e increibles....posiblemente tú, que ahora me lees, seas una de ellas...

Seguro que pensareis que la sorpresas no son siempre buenas, pues es cierto, ¡¡¡ pero a quién le interesan ¡¡¡, si además son minoria...

La sorpresa es el móvil de cada descubrimiento.
Cesare Pavese (1908-1950) Poeta y novelista italiano.

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