Siempre que escuchamos la palabra herencia, lo primero que aparece en nuestra mente, es el dinero, pero no, la herencia de la que quiero hablar, es la de los sentimientos...
Hoy mientras veía en la tele el Carnaval en Venecia, pensaba en voz alta que me encantaría ir algún día vestida de época enmascarada, cruzando sus puentes, callejueleando por sus estrechas y misteriosas calles...y me volví a encontrar con el MIEDO, no el mío....el de mi madre....
Durante muchos años, fuí heredera de todos los temores que ella tenía, y aún tiene...34 años después, pasé de ser temerosa de casi todo, a no temer nada...absolutamente de nada, y eso es tan peligroso como lo contrario...
Siento que los miedos paralizan la vida, te obligan a renunciar a cosas sin las que no quiero vivir...por eso decidí no dejar que me conquistaran, que se aprisionaran de mi razón, ni de mi corazón...
Sé que mi fé, mi optimismo, mi esperanza, mi amor, mis amigos, acuden a mi encuentro en esos momentos de flaqueza, donde creo ser presa del temor....pero a día de HOY, me siento libre...
Quien vive temeroso, nunca será libre.
Quinto Horacio Flaco
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