jueves, 22 de marzo de 2012

....sin la felicidad.



El otro día me preguntaban, cuál era mi secreto para estar siempre tan feliz, sonriente y animada...y mi primera respuesta fué decirla QUERER....

Sonreir, no significa la ausencia de problemas, sino la habilidad de ser feliz por encima de ellos...

Ayer me llegó a través de una flor, cuyo aroma conozco desde hace poco tiempo, éste "pensamiento" maravilloso....y que a mis 39 añazos, sé que me amo de verdad....


"CUANDO ME AMÉ DE VERDAD"


Cuando me amé de verdad...

Comprendí que en cualquier circunstancia, yo estaba en el lugar correcto y en el momento preciso. Y, entonces, pude relajarme.

Hoy sé que eso tiene nombre… AUTOESTIMA.

Pude percibir que mi angustia y mi sufrimiento emocional, no son sino señales de que voy contra mis propias verdades.

Hoy sé que eso es… AUTENTICIDAD.

Dejé de desear que mi vida fuera diferente, y comencé a ver que todo lo que acontece contribuye a mi crecimiento.

Hoy sé que eso se llama… MADUREZ.

Comencé a comprender por qué es ofensivo tratar de forzar una situación o a una persona, solo para alcanzar aquello que deseo, aún sabiendo que no es el momento o que la persona (tal vez yo mismo) no está preparada.

Hoy sé que el nombre de eso es… RESPETO.

Comencé a librarme de todo lo que no fuese saludable: personas y situaciones, todo y cualquier cosa que me empujara hacia abajo. Al principio, mi razón llamó egoísmo a esa actitud.

Hoy sé que se llama… AMOR HACIA UNO MISMO.

Dejé de preocuparme por no tener tiempo libre y desistí de hacer grandes planes, abandoné los mega-proyectos de futuro. Hoy hago lo que encuentro correcto, lo que me gusta, cuando quiero y a mi propio ritmo.

Hoy sé, que eso es… SIMPLICIDAD.

Desistí de querer tener siempre la razón y, con eso, erré muchas menos veces.

Así descubrí la… HUMILDAD.

Desistí de quedar reviviendo el pasado y de preocuparme por el futuro. Ahora, me mantengo en el presente, que es donde la vida acontece. Hoy vivo un día a la vez.

Y eso se llama… PLENITUD.

Comprendí que mi mente puede atormentarme y decepcionarme. Pero cuando yo la coloco al servicio de mi corazón, es una valiosa aliada.

Y esto es… SABER VIVIR!


Le gané la partida al demonio....¿me acompañais?




No debemos permitir que alguien se aleje de nuestra presencia sin sentirse mejor y más feliz.
Madre Teresa de Calcuta


¿Qué hace falta para ser feliz? Un poco de cielo azul encima de nuestras cabezas, un vientecillo tibio, la paz del espíritu.
André Maurois

2 comentarios:

meloenvuelvepararegalo dijo...

Todo lo que relatas está dentro de nosotros... sí, es cuestión de identificarlo, potenciarlo, aceptar que en algunos casos se necesitan mejoras y hala! a ser feliz!
El fin de semana puede ayudar :)

Nadie dijo...

pero hay que quererrrrrrr...y lamentablemente, para algunas personas es más facíl vivir en su "pobreza"....yo cada día me esfuerzo por serlo, porque no me abandone esa paz que me proporciona ser feliz....

Feliz fin de semana, mi envolvedora favorita....